El 1 de septiembre de 1918, las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús se hacen cargo de un Colegio erigido bajo la advocación de la "Sagrada Familia", por expreso deseo del matrimonio Fernández Benítez y su hija María Josefa, con el fin de acoger y educar cristianamente a las niñas de este pueblo, siendo gratuito para las que carecían de medios.
Un sacerdote, amigo de la familia, y a la vez conocedor de la Congregación, fue el vehículo por el que la familia Fernández- Benítez contactó con las Hermanas Salesianas que se hicieran cargo de la Dirección de este Colegio, formando la primera Comunidad: Sor Micaela de Lourdes, Sor Encarnación de los Santos Reyes y Sor Teresa. Y así la Familia Fernández Benítez, con un sentido profundamente cristiano, vio cumplido, con satisfacción, sus grandes deseos de ayudar generosamente a los más desfavorecidos de la cultura o de medios en su pueblo.
Debido a la guerra civil española, las Religiosas se vieron obligadas a salir de Villanueva. El inmueble había quedado destrozado y Dña. María Josefa no volvió a llamar a las Hermanas hasta que no lo tuvo restablecido. El 9 de septiembre de 1941, reanudaron las Hermanas su trabajo en el mencionado Colegio. Llegó como Superior Madre Lourdes del Sagrado Corazón, Sor Sacramento de los Remedios, Sor María del Rosario y Sor Piedad de San Francisco de Sales.
Según consta en los Archivos de la Congregación, había una matrícula de 44 niñas en la clse de mayores y en la clase de párvulos 72. Una de las clases era totalmente gratuita. Tenían, además, instalado en el Colegio "Auxilio Social" y repartían la comida a 43 ancianos y 100 niños. En los días festivos acompañaban a los niños a la Sta. Misa y a la Doctrina Cristiana.
Mª Josefa aportaba la cantidad de 250 ptas. mensuales, unas veces en metálico y otras en víveres. Del Colegio se percibía por término medio 300 ptas. al mes.
Las Hermanas trabajaron con verdadero celo apostólico tanto en el Colegio, en el que se admitieron también niñas interns de otros pueblos cercanos para facilitarles al poder estudiar, como, en bien de los ancianos acogidos.
En 1964, muere Mª Josefa y nombra en su testamento heredera, de parte de sus bienes, a la Congregación de HH. Salesianas del Sgdo. Corazón de Jesús.
En el año 1974 tuvo que suprimirse la actividad docente, al entrar en vigor la nueva Ley de Educación -LODE- y al asumir en las ya suficientes escuelas públicas a todas las alumnas. La Casa quedó solamente como Residencia de Ancianos.
Como el edificio se derrumbaba por antiguo, se construyó otro de nueva planta, inaugurándose la Residencia "Sagrada Famili" el 7 de julio de 1984, que ha estado en funcionamiento hasta Julio del 2003.
La Congregación, en un proyecto ambicioso y siguiendo la línea de acción de su Fundadora la Beata Piedad de la Cruz, de acoger y cuidar al más necesitado dando lo mejor a nuestros mayores e intentando conseguir para ellos calor de hogar, convencidas de que merece la pena el esfuerzo si conseguimos el objetivo de que se sientan queridos y felices en esta etapa de su vida. Por ello la remodelación de la antigua Residencia en una nueva con instalaciones moderna y adecuadas a las necesidades que nuestros ancianos tienen, para que puedan conseguir y mantener una buena calidad de vida e integración.
La residencia actual se ha hecho en dos fases: la primera en funcionamiento que alberga a 40 residentes y la segunda, próxima a terminanrse, supondrá unos 25 residentes más, y consta de: habitaciones dobles e individuales perfectamente equipadas con pequeñas terrazas individuales unas que dan al exterior y otras a un patio central, dos comedores, gimnasio, salón multiusos, biblioteca, sala de terapia ocupacional, enfermería y consulta médica, gabinete psicológico, y otros, aparte de los servicios de lavandería y cocina.
Mª Josefa Fernández, mujer de fe, generosa y preocupada por el bien de su pueblo, sonreirá al ver su casa convertida en un hogar acogedor y agradable donde muchas personas viven felices, y se cumple "porque tuve hambre y me diste de comer... estaba desnudo y me vestiste... abandonado y me acogiste..." Su generosidad la ha hecho perdurar en el tiempo.
Son muchas las Hermanas Salesianas que han pasado por el querido pueblo de Villanueva y que ellas, las que viven, recuerdan con mucho cariño. No es posible nombrarlas a todas, pero están en el corazón de todos y cada uno de los habitantes de Villanueva. Varias son las hijas de este pueblo que pertenecen a la Congregación, como son: Sor Tomasa, Sor Tránsito, Sor Francisca, Sor Celina y Sor Natividad.